Mariposas Monarca: Protagonistas de Una Titánica Epopeya |
|
Por Mireille Pasos | C |
Cada año, a finales de octubre, puede
presenciarse en los bosques ubicados en el centro del país, en los
límites del Estado de México y Michoacán, un estremecedor espectáculo natural que no tiene comparación: la llegada de la Mariposa Monarca.
Viajando en colonias compuestas por más de 20 millones de individuos, estas hermosas mariposas Monarca de alas color naranja rojizo brillante,
con elegantes nervaduras negras y manchas blancas en las orillas,
llegan para hibernar, tapizando los árboles de oyamel y el cielo mismo
con su radiante belleza, brindando a locales y visitantes, un
espectáculo sin igual que está destinado a grabarse en la memoria de
todo aquel que tenga oportunidad de presenciarlo en el tour de la Mariposa Monarca
Son muchos los visitantes que año
con año se interesan en ser testigos de tan bello espectáculo, sin
embargo, estos maravillosos insectos son en realidad desconocidos para
la gran mayoría de la gente.
Adentrándonos un poco en su misterioso mundo, podemos descubrir que las Mariposas Monarcas
datan de hace aproximadamente 250 millones de años. La mayor parte de
ellas nacen campesinas, ya que son originarias de los campos agrícolas
ubicados en la franja fronteriza del sur de Canadá y el norte de los Estados Unidos;
lugar en donde crecen los algodoncillos o malezas lechosas -plantas
pertenecientes a las asclepias- de las cuales se alimentan. Las
asclepias contienen un alcaloide que resulta altamente venenoso para
otras especies, pero no para la magnífica Mariposa Monarca;
a ésta la protege proveyéndole de un olor y sabor que resultan
desagradables a los depredadores. A modo de recompensa por esta
protección, la Monarca realiza una extensa labor de polinización sobre
vastas zonas de asclepias.
La Mariposa Monarca convencional
tiene un ciclo de vida que dura de cuatro a cinco semanas, comenzando
por la etapa de huevo, pasando por el periodo de larva, transformándose
posteriormente en una pupa o crisálida, hasta convertirse en un adulto
reproductivo, para después morir. Sin embargo, cuando se acaba el
verano y las temperaturas bajan drásticamente, surge una generación
especial de Monarcas que tendrá la consigna de realizar
el titánico recorrido que las llevará a latitudes más cálidas para
poder continuar con el ciclo de hibernar, alimentarse y aparearse, para
luego regresar a casa. Ésta, es conocida como la Generación Matusalén.
Esta generación migratoria a diferencia de sus ancestros, que gozaron
únicamente de efímeras existencias de aproximadamente un mes, se
mantendrá con vida de siete a ocho meses para lograr su objetivo de
llegar a los bosques de oyamel.
Las mariposas Monarcas migratorias
recorren diariamente una distancia aproximada de 120 kilómetros,
colocándose en corrientes de aire ascendente para aprovechar el impulso
y planear. Con esta técnica de vuelo, las Monarcas
sólo necesitan aletear cuando pierden el viento o cuando desean cambiar
de rumbo, lo cual les permite guardar energías suficientes para
completar su largo viaje.
Después de haber cubierto más de cinco mil kilómetros de increíble recorrido, la generación Matusalén de Mariposas Monarca llega finalmente a los 5 santuarios localizados en México,
colgándose de los troncos y racimos de oyamel, preparándose así para
ser parte de la mitad de la colonia que sí sobrevivirá al invierno y a
los depredadores. Ya a mediados de febrero, cuando la temperatura
aumenta y los días se hacen más largos, las Monarcas se desprenden de
los árboles, para comenzar sus rituales de apareamiento. Cuando cada
hembra de la Mariposa Monarca ha dejado un aproximado
de 400 huevecillos sobre las finas hojas de las asclepias, comienza la
búsqueda de flores para extraer el néctar y así acumular energía para
el largo viaje de regreso a casa.
A mediados de marzo pueden observarse grandes colonias de Mariposas Monarca
batiendo las alas al unísono en espera de corrientes de aire
ascendente para impulsarse y así emprender el vuelo. Una vez en
territorios de los Estados Unidos, la generación Matusalén
morirá y el viaje continuará como una carrera de relevos en la que las
descendientes de corta vida seguirán la migración hacia el norte en
varias generaciones.
Sorprendentemente, las Mariposas Monarcas que regresarán a los santuarios
en invierno, nunca antes han estado ahí, fueron sus trastarabuelos
(papás de los tatarabuelos) quienes realizaron tan intrépido recorrido
el año anterior. Sin embargo, gracias a que la orientación se transmite
genéticamente, las Monarcas Matusalén del próximo año podrán regresar sin problema alguno, al mismo lugar en el que sus antecesoras hibernaron.
Esta
es la increíble epopeya de un insecto que pesa menos de un gramo, pero
cuya belleza e importancia como agente polinizador y factor de equilibrio ecológico, son preponderantes. No pierda la oportunidad de formar parte de esta fascinante experiencia cuando visite Michoacán o el Estado de México. |
|
Este es un espacio para el conocimiento de las nuevas generaciones y todo aquel que desee enriquecer su acervo cultural.
A MI MANERA. ISABEL PANTOJA
lunes, 14 de mayo de 2012
ENTERATE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario