La marihuana como reclamo mediático
Una asociación pro cannabis innova para atraer a la prensa a la presentación de «Mr. Nice», película basada en la vida del traficante Howard Marks
Primero, se ha tratado de una cata sensorial:
un biólogo especializado ha mostrado las cualidades y características
de distintas variedades de cannabis que se pueden apreciar mediante el
tacto y el olfato. Después, y para que todo se limitase a la estricta
legalidad mediante previa inscripción por la cual el periodista se
convertía en socio de Airam por un día, todos han podido fumar y
saborear estas variedades. Antes, eso sí, no ha faltado el refrigerio
para llenar el estómago antes de probar la marihuana.
En
esta cata se ha enseñado a diferenciar las propiedades de una marihuana
bien cultivada de otra tratada con elementos nocivos. Desde la
asociación piensan que la legalización mejoraría la calidad de la marihuana que circula, de la que destacan sus propiedades medicinales para uso paliativo o terapéutico. «Muchos
enfermos se dirigen a nosotros para llevar su dolencia de forma digna,
hay médicos que recomiendan su consumo o el de sus derivados para
apaciguar el dolor», asegura Albert Tió, fundador de Airam. «La
asociación quiere promover el debate
social sobre la regularización del cannabis para un consumo libre y
responsable» comenta Tió, que añade que con la actual situación de
ilegalidad «se pierden los beneficios ecológicos y económicos de la plantación de cáñamo».
Una vida de película
La razón de esta convocatoria viene del inminente estreno de «Mr. Nice», película basada en la vida del famoso traficante de marihuana que da nombre al largometraje. Sobre «Mr. Nice», al final poco: Howard Marks,
nombre real del traficante, se ha limitado a elogiar la obra y ha
comentado que en ella aparecen las decisiones más importantes que ha
tenido que tomar a lo largo de su vida.
A la rueda de prensa ha asistido también el alcalde de Rasquera, Bernat Pellisa, que ha defendido de nuevo la plantación de cannabis del pueblo. «No sé si es muy buena o muy mala, pero lo que sí sé es que es una solución a nuestra situación», dice
Pellisa, que ha remarcado la orientación medioambiental y educativa del
proyecto, aunque también ha dejado espacio a la crítica. «El problema
del comercio negro del cannabis existe y existirá, con esto hemos
conseguido quitar la careta de muchos y hablar de hipocresía respecto a
este tema» sentencia Pellisa, que ha lamentado también las diligencias
informativas abiertas por la Fiscalía, que el Ayuntamiento pedirá que
cierren.
Marks
ha señalado Rasquera como un ejemplo y un modelo a seguir, que también
existe en otros países como Pakistán. Confía en que acciones como ésta
desembocarán en la legalización del cannabis. «He pensado eso por años y
he estado equivocado, pero creo que estamos en el momento oportuno y en
la situación idónea de libertad», bromea Marks.
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