Las hormigas kamikaze que corroen a sus enemigos
A medida que envejecen, se vuelven más temibles y letales.
Para defender a su colonia, algunas
termitas literalmente explotan liberando una lluvia de sustancias
químicas que dañan a sus enemigos.
Cuando se ven frente a una amenaza, varias
especies de termitas utilizan el suicidio altruista de algunos
individuos, denominado autotisis, para defender al grupo.
Pero investigadores de la Universidad Libre de
Bruselas descubrieron en la Guyana Francesa algo que no había sido
documentado hasta ahora.
En una determinada especie, cuando las
trabajadoras envejecen y se vuelven menos capaces de cumplir con sus
tareas, almacenan sólidos cristalinos que producen una reacción química
al mezclarse con otras secreciones. Esto aumenta considerablemente el
poder tóxico de las sustancias defensivas.
Los biólogos creen que de esta forma las obreras
de mayor edad se vuelven más "útiles" a la colonia como un todo,
transformándose en verdaderas kamikazes y bombas defensivas.
Corrosión letal
"Un estudiante de posgrado de mi laboratorio,
Thomas Bourguignon, estaba estudiando la ecología comunitaria de las
termitas y recolectando especímenes cuando de pronto se topó con algo
realmente especial", le dijo a la BBC el profesor Yves Roisin.
"Hay unas cinco o seis especies en este género, pero hasta ahora Neocapritermes taracua es la única en la que hemos constatado la presencia de cristales en el exterior del cuerpo"
Yves Roisin, Universidad Libre de Bruselas
Cuando desgarran su cuerpo, las termitas de la especie Neocapritermes taracua
liberan sustancias tóxicas que quedan adheridas a los invasores y
comienzan a corroerlos. Las termitas causan rupturas en su cuerpo
mediante contracciones.
"Las secreciones tóxicas con fines defensivos
suelen estar almacenadas en las glándulas salivales, pero esta especie
lleva un tipo de mochila con dos sólidos cristalinos en la parte
exterior del cuerpo. Cuando la termita explota, los dos se mezclan
produciendo una sustancia tóxica aún más potente", explicó Roisin.
No se sabe aún cómo las termitas sintetizan esos
cristales. También se desconoce si otras especies del mismo género han
desarrollado un mecanismo similar.
"Hay unas cinco o seis especies en este género, pero hasta ahora Neocapritermes taracua es la única en la que hemos constatado la presencia de cristales en el exterior del cuerpo", señaló Roisin.
El estudio fue publicado en la revista Science.
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