¿Tuvo Caronte, la gran luna de Plutón, un océano de agua líquida en el pasado?

Plutón,
el que fuera ocupara el octavo lugar en la lista de planetas que
recitábamos de carrerilla en la escuela, es ahora un planeta enano. Aún
así, el interés de los astrónomos por este lejano mundo y su enorme (en
comparación) luna Caronte no ha cesado. El año que viene, cuando la
sonda de la NASA New Horizons llegue a aquellas
distantes latitudes, podremos estudiar en profundidad algunos rasgos del
pasado de Plutón y Caronte de mucho interés. De hecho, los
astrobiólogos no descartan que Caronte, compuesta principalmente por
hielo, no haya albergado en su pasado un océano de agua líquida subsuperficial, al estilo del que creen puede existir aún bajo el hielo de Europa o Encélado.
¿Quién iba a pensar que en la luna helada de un plutoide situado a 29
UA del sol pudieron tal vez darse en su día las condiciones para que
existiera agua líquida, y por tanto para que apareciera la vida? Para
comprobar si así fue, la New Horizons tendrá que buscar unas grietas distintivas en la superficie de Caronte, similares a las que se pueden observar en Encélado o Europa.
Seguramente algunos os estáis pensando cómo pudo haber agua líquida a una distancia tan enorme del sol. Bien, el sol no es la única fuente de calor posible, también están los núcleos calientes de magma, o - como podría haber sido el caso en Caronte - el efecto marea.
Cuando la órbita de un cuerpo que gira alrededor de uno mayor es excéntrica (es decir, que no es perfectamente redonda) el satélite se acerca y se aleja del cuerpo al que orbita generando tensiones
superficiales en ambos mundos. Pensad en una pelota de ténis a la que
periódicamente apretamos con la mano y volvemos a liberar. La constante
acción de la gravedad en un cuerpo satelital con órbita excéntrica hace
que se flexione su interior y se estrese su superficie, generando grietas en el proceso.
[Podría interesarte: Seth Shostak cree que descubriremos inteligencia extraterrestre en 24 años]
Caronte, que posee una masa de 1/8 la de Plutón, mantiene en la
actualidad una órbita estable alrededor de Plutón, pero se cree que durante su fase de creación estuvo mucho más cerca de Plutón.
Dependiendo de como fue evolucionando su órbita, especialmente si pasó
por una fase de fuerte excentricidad, las fuerzas gravitatorias entre
ambos mundos pudieron muy bien generar calor suficiente como para que existiera agua líquida bajo el hielo de Caronte durante mucho, mucho tiempo.

¿Cómo averiguar si esto fue así? Lo dicho, las grietas - caso de que las haya
- podrían tener la respuesta. Y es que según un estudio basado en
modelo informático creado por expertos de la NASA, cuyas conclusiones
acaban de publicarse en la revista Icarus, el aspecto de Caronte tiene mucho que decir.
En palabras de Alyssa Rhoden, del Centro de Vuelo
Espacial Goddard de la NASA y coautora del estudio: "Nuestro modelo
predice diferentes patrones de fractura en la superficie de Caronte,
dependiendo del grosor del hielo, la estructura del interior de la luna,
la facilidad con la que se deforme, y la evolución de su órbita".
Así pues, solo queda esperar que las imágenes que obtenga la New
Horizons de la superficie helada de Caronte nos saquen de dudas. De la
aparición o no de grietas dependerá que la mayor de las lunas de Plutón
pase a ser un objetivo astrobiológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario