A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

miércoles, 9 de noviembre de 2011

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Heberto Padilla: el poeta que sigue sin soñar



La muerte del escritor cubano Heberto Padilla ha conmocionado al exilio cubano y al mundo literario que siguió de cerca los detalles del notorio Caso Padilla, en la primera década de la Revolución Cubana.

El Caso Padilla es como se conoce la polémica que causó la publicación de su poemario Fuera de Juego en 1968.

La obra mereció el primer lugar en el Premio Nacional de Poesía pero fue calificada de contrarrevolucionaria por las autoridades castristas.

En su autobiografía La Mala Memoria, Padilla habla de su decisión de provocar directamente al gobierno cubano: "Solo me quedaba una opción literaria y política para que mi ostracismo tuviera una verdadera razón de ser. Di por terminado Fuera del Juego".

A la cárcel por "antirrevolucionario"

A aquel hombre le pidieron su tiempo para que lo juntara al tiempo de la historia.

De En tiempos difíciles. Heberto Padilla.

Padilla fue encarcelado en 1971, un episodio que su amigo, el escritor Guillermo Cabrera Infante, recordó durante una conversación con la BBC.

"Padilla fue arrestado con un alarde de carros policiales en la madrugada y fue encarcelado en un siniestro lugar que se conoce como Villa Marista", señaló Cabrera Infante.

Tras su detención y un confinamiento de 38 días, Padilla pronunció un histórico discurso, conocido como La Autocrítica, en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Hacia el final de su notoria mea culpa, Padilla dijo: "Yo nunca me cansaré de agradecer a la Revolución Cubana la oportunidad que me ha brindado de dividir mi vida en dos: el que fui y el que seré".

Los poetas cubanos ya no sueñan (ni siquiera en la noche)... Van a cerrar la puerta para escribir a solas... y el mundo de sus bocas fluye... y está obligado el ojo a ver, a ver, a ver

De Fuera del Juego. Heberto Padilla.

Irónicamente, ese pasaje de lo que Cabrera Infante describió como "una farsa que lo obligaron a representar ante un público lleno de escritores", hace de alguna manera eco de la realidad.

"Él nunca se recobró verdaderamente de esa arbitraria e injusta detención y confesión" dijo Cabrera Infante.

"Algún tiempo después yo lo volví a ver y ya no era el mismo Heberto Padilla. Estaba entregado al alcohol, porque cuando fue puesto en libertad él caminaba por La Habana desempleado. Eso en parte, más el exilio - que es una tarea agotadora - fue lo que yo creo le hizo sucumbir ante un ataque al corazón", opinó el escritor cubano.

El exilio comenzó en 1980, cuando el gobierno cubano le permitió a Padilla la salida del país a instancias del senador estadounidense Ted Kennedy.

Para entonces, el Caso Padilla ya había suscitado una ruptura entre las figuras del arte y la cultura internacional y el gobierno de Fidel Castro.

Unos 60 artistas y escritores redactaron una carta que denunciaba el proceso. Entre los firmantes estaban Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo, Margarite Duras y Jean Paul Sartre.

Nunca se repuso

A pesar del apoyo a Padilla, su compañera de vida, la poetisa Belkys Cuza Malé, dijo a la BBC que el poeta "estuvo muy enfermo espiritualmente... nunca se pudo reponer de aquellos momentos terribles".

El socialismo es triste, pero abriga

Heberto Padilla.

"La situación de Heberto era distinta porque él tenía fe en la justicia social y creyó de verdad en que el país necesitaba una revolución" dijo Belkys, al compararlo a otros exiliados cubanos.

Paradójicamente, aseguran algunos, de no haber sido el protagonista de ese episodio de la historia cubana, Padilla no habría sido más que otro escritor cubano exiliado.

Para Uva de Aragón del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad de Internacional de La Florida, esa es sólo una de las formas de medir su importancia. La otra es a través de su poesía, su obra periodística y su trayectoria intelectual, una faceta que quizás ha sido un poco opacada por el evento politico pero que con el tiempo perdurará.

Versos extraordinarios

Y es esa la faceta que recalcó Guillermo Cabrera Infante. "Su muerte lo que nos deja es tristeza porque ha muerto, además de un buen hombre, un poeta importante. Y eso es lo lamentable: que no habrán más poemas de Heberto Padilla, con su extraordinaria manera de versar".

Eso para el público. Para Belkys Cuza Malé, es distinto. "El hombre que yo conocí desde los 20 años y con el cual viví más de 30, era un hombre de una brillantez enorme pero también de una delicadeza de espíritu muy grande y así lo quiero recordar siempre; no solamente como poeta, sino también como el padre de mi hijo, como el compañero y el hermano que fue para mí" nos dijo, a sólo momentos de enterarse que a Heberto Padilla lo encontraron recostado en un sofá en Alabama, 68 años después de haber nacido en Pinar del Rio, Cuba.

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