A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

lunes, 19 de julio de 2010

ENTERATE


Descubriendo la verdad sobre Mao

Un viaje de sorprendentes revelaciones históricas con Jung Chang, la autora del libro Mao: La historia desconocida



Jung Chang, co autora junto con su marido, el renombrado historiador Jon Halliday, de la publicación titulada:

Mao: La historia desconocida.
(MIKE CLARKE/AFP/Getty Images)

Previa invitación, la renombrada escritora chino-británica Jung Chang visitó Singapur este mes para el Festival de Escritores de Singapur. Jung Chang es más conocida por la publicación titulada Mao: La historia desconocida, que escribió junto con su marido el renombrado historiador Jon Halliday. En una entrevista con La Gran Época, Chang compartió su viaje de escribir este libro histórico e innovador.

Respondiendo sobre qué la impulsó a escribir el libro, Chang dijo que “a pesar de que Mao es un hombre importante en la historia moderna de China, un hombre que afectó las vidas de generaciones de chinos y provocó numerosos desastres a gran escala, no se sabe mucho sobre él”.

Chang explicó que a través de sus esfuerzos de revelar el misterio de Mao, esperaba dar luz a la causa de la demencia del período revolucionario, e identificar la causa principal de esta tragedia nacional. Sentía que era necesario encontrar la verdad histórica, y por eso asumió la responsabilidad.

Tomando la responsabilidad histórica de descubrir la verdad sobre Mao

Cisnes salvajes: Tres hijas de China le tomó a Chang menos de dos años terminar de escribirlo, en cambio con Mao: La historia desconocida se demoró doce años en terminarlo, incluso contando con la ayuda de su marido.

Dado que estaban decididos a escribir una biografía sobre la base de información de primera mano -en particular sobre experiencias reales, documentos de la época y materiales históricos- la mayor parte del trabajo es de investigación.

Se zambulleron en archivos de 28 países, incluyendo Rusia, Albania, la ex Alemania Oriental, Estados Unidos, el Reino Unido y Ciudad del Vaticano, descubriendo mucha información sin revelar. Entrevistaron a 116 testigos de la época, 159 jefes que estaban en contacto con Mao, 34 parientes y amigos, y 18 personas que trabajaban como personal de Mao.

La recopilación original era cinco veces más grande que la copia final que se publicó. Chang explicó que la primera versión, que comprende el análisis detallado de cómo llegaron a su conclusión final, era más para investigación académica. La pareja entonces resumió sus conclusiones en una versión más simple y más amena para el lector y para el consumo popular.

Incluidas en Mao: La historia desconocida, están las memorias nunca antes publicadas de la segunda esposa de Mao, Yang Kai-Hui que fue abandonada por Mao en 1927 y más tarde ejecutada por los nacionalistas en 1930. Las cartas fueron descubiertas escondidas detrás de una viga de un tejado en 1999.

Chang dijo que fue una afortunada de poder leer las cartas, que todavía se consideran muy delicadas para el régimen chino y que incluso la familia que perdura de Mao no ha visto.

Las cartas de Kai-Hui están llenas de devastación y ansiedad por Mao, y de enojo por el abandono de su familia. También revelan que Kai-Hui, que había hecho los bosquejos de los ideales del comunismo, estaba perdiendo su fe en la causa debido a la insistencia de Mao en matar a la oposición.

Asombroso desastre

Después de haber pasado doce años investigando, Chang descubrió que su conocimiento inicial de Mao había cambiado enormemente. Habiendo vivido bajo la regla de Mao y habiendo terminado Cisnes salvajes, pensaba que tenía un buen entendimiento, sin embargo, casi todos los días su investigación le traía nuevas sorprendentes conclusiones.

Fue un excitante viaje de descubrimientos para ella y su marido. Chang y Halliday dirigieron la investigación por separado, con Chang investigando materiales chinos y Halliday investigando materiales en inglés y otras lenguas. Aunque quedan algunas de sus impresiones iniciales, Chang dijo que su valoración global sobre Mao había sido ampliada.

Durante la ocupación japonesa, Mao no luchó contra los japoneses. Dejó que los japoneses lucharan contra Chiang Kai-shek, esperando que Stalin intervenga de allí en adelante. Después de 1945, 1,5 millones de soldados rusos invadieron el noreste de China, suministrando armas y entrenamiento militar para ayudar a Mao a luchar contra Chiang Kai-shek. Así es como Mao conquistó China en 1949. Mao era hábil para explotar los defectos de sus rivales y aliados para conseguir sus objetivos. Hasta agradeció a los japoneses por ayudarlo a encargarse de Beijing.

Sobre el “Gran Salto Adelante”, Chang y Halliday descubrieron que, como se cree comúnmente, el desastre no fue a causa de la falta de conocimientos económicos de Mao o una aplicación demasiado entusiasta de la ideología de Mao. Con la investigación, descubrieron que la causa era simplemente que el objetivo de Mao era dominar el mundo haciéndose el jefe de una máxima potencia militar. China exportó cantidades inmensas de alimentos y productos agrícolas producidos por campesinos para comprar armas militares modernas costosas y avanzadas. Esto es lo que causó la hambruna más devastadora en la historia, llevando a la muerte a 38 millones de personas.

Mao era completamente conciente que las personas se estaban muriendo de inanición, pero dijo a su personal, de modo tranquilizador, que no estuvieran espantados por las personas que estaban muriendo. Incluso dijo que las personas muertas pueden aumentar la fertilidad de la región. Mao mencionó que todavía tenía muchas campañas en mente, y que si todas las campañas fueran implementadas, aproximadamente la mitad de la población china sería asesinada.

Aparte de los 38 millones que murieron de hambre, aproximadamente 27 millones de personas fueron asesinadas durante los 27 años en el poder de Mao. La Revolución Cultural solamente resultó en más de 3 millones de muertes. Habiendo sobrevivido la Revolución Cultural personalmente, Chang tiene la certeza de que el número de muertos es más alto que 3 millones. Rivales, miembros de su familia, campesinos, residentes urbanos, soldados, y aliados de toda la vida estaban todos entre las víctimas de la ambición y paranoia de Mao.

Idolatrar a un tirano es peligroso.

Chang compartió con La Gran Época que cuando era niña idolatró a Mao, igual que muchos otros niños. Sin embargo después de que la Revolución Cultural comenzó en 1966, la violencia indescriptible y la brutalidad fue promulgada bajo el nombre de Mao y ocurría por todas partes.

Ahí fue cuando ella comenzó a dudar sobre la santidad de Mao. En ese momento, sin embargo, no se atrevió a pensar más allá y se preguntaba a si misma “¿Si China socialista es el cielo, entonces cómo es el infierno?”.

En ese momento, culpó a los soldados de Mao y a Qing Jiang por el desastre. En 1974 vio una foto de Mao y Jiang en una revista estadounidense; la leyenda decía que Jiang era solo los ojos, las orejas y la boca de Mao. De esto llegó a comprender que Mao era responsable de la tragedia.

Le había llevado ocho años atreverse a enfrentar la verdad y condenar a Mao. En un ambiente donde a todos se les lava el cerebro, ser capaz de identificar la verdad basado en los hechos es muy difícil.

Chang lamentó que viviendo bajo el régimen comunista chino, muchos fueron y todavía son, incapaces de ver o saber la situación verdadera. No hay libertad de prensa, la información es limitada y muchos libros, documentos y materiales son quemados. Viviendo fuera de China y teniendo acceso a la información en el extranjero, con el fracaso inminente del comunismo, los mitos que ella había aceptado se hicieron todos añicos y ahora puede darse cuenta de la verdad.

“Debemos admirar a una persona recta de buena moral”, remarcó Chang. Aconsejó que Mao no sea idolatrado, porque ascendió al poder a través de turbios y maliciosos medios, y las faltas que cometió lo hacen detestable.

“Mao fue un totalitario brutal y un gángster, quién disfrutó como Stalin de desencadenar purgas de millones de personas para beneficio personal. Nadie escapó ileso de las maniobras, traiciones y aún invencibles políticas inescrupulosas de Mao, haciendo caso omiso del inevitable futuro desprecio e infamia histórica”, aseguró Chang.

Confrontándonos con la verdad histórica ayudaremos a prevenir que el desastre se repita

Chang también señaló que el terror incitado por el estado fue usado para controlar y engañar a las personas chinas. Bajo la regla de Mao, las personas tenían demasiado miedo hasta de pensar, y entonces simplemente aceptaron lo que les fue dicho.

La restricción sobre la libertad de información fue también un factor muy importante. Durante la era de Mao, no había ninguna creencia religiosa, la cultura tradicional fue destruida y solamente los medios de comunicación controlados por el partido fueron admitidos. Había una grave falta de alimentación espiritual. Viviendo bajo tal ambiente por décadas, las personas fueron fácilmente engañadas y manipuladas.

Incluso hoy, para muchas personas viviendo fuera de China, la manera de pensar de los ciudadanos en China continental puede parecer absurda y difícil de seguir. Incluso después de la muerte de Mao, la crítica hacia Mao en China permanece como un tabú. La publicación de Chang, Cisnes salvajes, está prohibida en China, así como también lo está Mao: La historia desconocida.

Aunque esté prohibido en China, hay cada vez mas informes acerca de que el libro de Chang sobre Mao, está encontrando el camino para llegar a las personas chinas y más y más personas están leyéndolo.

Enfrentándonos a los hechos históricos de la catástrofe que Mao trajo al pueblo chino, podemos impedir que semejante tragedia vuelva a repetirse.

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