A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

miércoles, 8 de diciembre de 2010

ENTERATE

El fuego literario

del Nobel Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa

"Felicidad y destrucción" es lo que ha generado el premio Nobel de literatura en la vida de Mario Vargas Llosa.

En entrevista con BBC Mundo, Vargas Llosa explicó cómo altera el Nobel los días de un escritor consagrado citando a su colega húngaro, Imre Kertész, quien fue galardonado en 2002.

"Un año después de haber recibido el premio Nobel le preguntaron cuál había sido su experiencia y dijo una fórmula que me parece que es muy exacta: felicidad y destrucción, y eso de destrucción yo lo he vivido en carne propia, porque lo que es mi vida acostumbrada, que está muy centrada sobre mi trabajo, voló en pedazos".

Mario Vargas Llosa en Estocolmo, Suecia

Vargas Llosa dice que no esperaba que el premio Nobel suscitara tanta atención mediática.

Y este feliz torbellino se acelera en Estocolmo en la semana en que el escritor peruano recibe los honores de la Academia Sueca.

De las metáforas a los hechos, ya inmerso en los compromisos de la semana del Nobel, Vargas Llosa se cayó de una silla, se quedó afónico, se recuperó a tiempo para dar su emotivo discurso de agradecimiento, y lloró e hizo llorar a toda su familia.

Pero antes, desde Madrid, la voz del novelista llega amable y vivaz. Su vida se ha visto completamente ocupada por el Nobel, "no se imagina hasta qué punto", dice.

Aunque incluso en la queja por este nuevo vértigo se intuye la satisfacción por un premio que reconoce, a los 74 años, su trabajo como narrador.

"No me imaginaba la repercusión mediática que tenía el premio. Sabía que había una enorme curiosidad, porque hay muchísima publicidad en torno, pero la verdad es que la realidad ha superado todo lo que yo podía sospechar al respecto", le dice a BBC Mundo el autor de "Conversación en la Catedral".

A través del teléfono, suspira y dice "tengo la esperanza de que a partir del 10 de diciembre, una vez terminada la ceremonia de entrega del premio, ya toda esta curiosidad mediática desaparecerá y volveré a mi trabajo acostumbrado".

clic Vea también: ¿Cómo se escriben las novelas de un Nobel?

La literatura, un fuego vivo

En su discurso de aceptación del premio Nobel Vargas Llosa elogió a la lectura y a la ficción.

Mario Vargas Llosa de niño, junto a su madre

El premio Nobel recordó en su discurso a su madre, a quien debe el amor por la lectura.

El escritor rindió homenaje a su madre, que se emocionaba leyendo a Nervo y a Neruda, y a sus maestros, entre los que citó a Flaubert, Faulkner, Conrad, Cervantes, Dickens, Tostoi y Thomas Mann.

"Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola", dijo el Nobel en su discurso.

Y entre estas palabras y aquellas tituladas "La literatura es fuego", con las que recibió el premio Rómulo Gallegos en 1967 por su novela "La casa verde", han pasado muchas cosas y más de 40 años.

¿Seguirá pensando el escritor que la literatura es fuego?

"Sí, sin ninguna duda", dice el autor de "La guerra del fin del mundo", "yo creo que la literatura es un mecanismo gracias al cual los seres humanos no sólo enriquecemos nuestra experiencia, vivimos otras vidas, viajamos en el tiempo, en el espacio, penetramos en culturas, lenguas, tradiciones distintas a las nuestras, sino que también despierta el espíritu crítico de los lectores, los hace mucho más sensibles a lo que son las deficiencias del mundo en el que viven, y al mismo tiempo despierta en ellos deseos, anhelos, apetitos, y eso es para mí un motor del cambio, del progreso histórico".

Lectura, ficción y fuego… Y un premio Nobel que enorgullece a los peruanos y que se suma a una larguísima lista de reconocimentos literarios que empezó a construirse muy pronto en su carrera.

"Dicen que uno recuerda siempre el primer premio como el más emocionante, yo lo recibí cuando estaba todavía en el colegio, en la secundaria, con una obrita de teatro que se llamó 'La huida del Inca', que escribí cuando tenía 14 o 15 años, y que ganó el segundo premio en un concurso de teatro infantil en el Perú", le cuenta Vargas Llosa a BBC Mundo.

Libertad y compromiso

Libros de Vargas LLosa

Vargas Llosa destacó en su discurso de aceptación del Nobel la importancia de la ficción para los seres humanos.

El autor de "La ciudad y los perros" reconoce la importancia de tantos autores y la "gran vitalidad de la literatura latinoamericana".

Pero si hay algo que distinguía a los escritores del boom era el compromiso.

"Mi impresión es que los escritores de las nuevas generaciones, con algunas excepciones, desde luego, están mucho menos interesados en los temas políticos, sociales, que los escritores de las generaciones pasadas", le dice Vargas Llosa a BBC Mundo.

"Es verdad que hoy día hay muchas menos dictaduras que en el pasado, en muchos países mal que mal se han establecido sistemas democráticos, aunque sean imperfectos", analiza el novelista, "y eso, me parece, ha desmovilizado políticamente a muchos escritores y a la literatura en general".

Buena parte de mi obra tiene que ver con el poder, la manera como el poder en ciertas circunstancias se desorbita, se excede, y se convierte en una fuerza terriblemente destructiva

Mario Vargas LLosa

"Eso sí creo que es un gran cambio con lo que ocurría en América Latina hace digamos 30 años, en donde era casi obligatorio que el escritor de alguna manera se comprometiera en una actividad cívica, en una actividad política al mismo tiempo que en su trabajo intelectual y literario".

Y en Estocolmo, el Nobel recuerda en su discurso el "difícil tránsito" del marxismo de su juventud a los ideales de la democracia liberal que hoy defiende.

clic Lea también: Vargas Llosa: entre la literatura y la política

Cuando el poder se "desorbita"

Zavalita en Conversación en La Catedral, Urania Cabral en la Fiesta del Chivo, o Roger Casement en El Sueño del celta -y tantos otros personajes de sus novelas- conocen bien "la cartografía de las estructuras del poder y las imágenes mordaces de la resistencia del individuo" que menciona la Academia Sueca para justificar el Nobel.

Pero, ¿qué opina el autor sobre esta apreciación de su obra?

"La fórmula que ha empleado la Academia a mí me ha gustado mucho", cuenta, "yo creo que es verdad que una parte, no toda, pero una buena parte de mi obra tiene que ver con el poder, la manera como el poder en ciertas circunstancias se desorbita, se excede, y se convierte en una fuerza terriblemente destructiva y corruptora para una sociedad".

Y es entonces cuando muchos personajes de sus libros, esos "individuos rebeldes", crecen "desde el punto de vista moral, desde el punto de vista político, enfrentándose al poder", comenta Vargas Llosa a BBC Mundo.

Del fuego literario al frío de Estocolmo, las celebraciones continúan para el Nobel.

Y acompañado de la afectuosa comitiva de familiares y amigos, Vargas Llosa se conmueve, festeja y espera que pase el torbellino feliz y "destructor".

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