A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

domingo, 16 de mayo de 2010

ENTERATE

Onelio Jorge Cardoso el Cuentero Mayor

Tanto en su obra literaria como en su propia vida sintió y reflejó el latir de la gente de pueblo.

Legó a los cubanos un verdadero tesoro narrativo de auténtica cubanía

Onelio Jorge Cardoso fue uno de los más significativos creadores cubanos del siglo XX. Natural de Calabazar de Sagua, en la provincia de Villa Clara, este narrador cubano vino al mundo el 11 de mayo del año 1914. Interrumpió sus estudios en el bachillerato por dificultades económicas, pero al desempeñarse en oficios como el de viajante de comercio, conoció rincones cubanos, sobre todo los de la parte central del país, y a muchos personajes que luego aparecieron en sus obras.

Cardoso comenzó a escribir a los veinte años y se inició dentro del marco de la narrativa criollista y costumbrista. Escogió el campo cubano, las clases explotadas, la crítica o la injusta estructuración social.

Su primer libro, titulado Taita, diga usted cómo se publicó en México en 1945.

En 1952 obtuvo el Premio Nacional de la Paz, por su cuento Hierro viejo

Supo penetrar en la idiosincrasia de los hombres y mujeres del campo, les retrata la vida no con intención de simple documento, sino con la más profunda de referir la realidad más amplia, que va desde sus cotidianos menesteres hasta esa escala de sufrimiento que le permite al campesino una forma de conciencia muy avanzada.

Su punto de vista no es, salvo en algunos casos, la lucha del hombre contra el medio natural. En sus obras el marco geográfico sólo tiene una importancia secundaria, donde la economía de medios, una de sus características, no le resta trascendencia al mundo que refiere, sino que lo garantiza.

En la mayoría de sus relatos el que cuenta la historia es uno de los personajes, actor o testigo de la acción en cuestión; recurso que parte de la integración esencial del autor con su mundo. Nunca es él quien nos cuenta esas pequeñas historias, sino más bien es un observador, un huésped de la ciudad, un amigo, un curioso.

Gran parte de su creación resulta como una historia de la pseudorrepública en Cuba, porque los asuntos de su cuentística constituyen los vicios y las lacras de una sociedad clasista.

Todos sus personajes son gentes sencillas con un sentido instintivo de humildad y de justicia: campesinos, viejos y jóvenes, frescas muchachas de tierra adentro; otras secas ya por el trabajo explotador, pescadores de los mares tropicales y carboneros de las ciénagas de la costa sur de Cuba.

El Cuentero Mayor aborda temas como: el hambre, los abusos de los capataces y administradores, la prostitución, el crimen, la enfermedad, la venganza, el recelo, la soledad y la monotonía de la vida; todo ello cuando sus personajes dialogan en forma cortada, sintéticamente, significativa y a la vez con un basamento poético producto y vehículo al mismo tiempo de la sabiduría obtenida por experiencia vital. Sin recurrir al refranero popular, ellos dicen sus verdades a través del símil, la metáfora o la alegoría sin alejarse mucho, en el salto poético, de la naturaleza matriz.

Con el triunfo de la Revolución Cubana, Cardoso desempeñó varias responsabilidades en la prensa nacional, fue guionista cinematográfico, ejecutivo de la UNEAC, diplomático y otras.

Sus obras han sido publicadas en numerosas ediciones y en varios idiomas.

La mayoría de sus cuentos son de gran conocimiento popular. Algunos de los más significativos son El Cuentero, Moñigueso, Mi hermana Visia, Un brindis por el Sonso.

Nuestro Cuentero Mayor recibió numerosos premios y títulos honoríficos en países europeos y de Latinoamérica.

Onelio Jorge Cardoso cerró los ojos para siempre el 29 de mayo de 1986.

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