Antonio Banderas vuelve a sus raíces de la mano de Almodóvar
En "La piel que habito", Banderas comparte cartel con Elena Anaya.
Antonio Banderas saltó a la fama gracias a Pedro Almodóvar, quien lo dirigió en sus éxitos "Matador" y "¡Átame!". Incluso le debe su nombre: el excéntrico director fue quien le sugirió que acortara y modificara su nombre verdadero, José Antonio Domínguez Bandera.
Luego, el galán español saltó a Hollywood con papeles en películas como la saga del Zorro o por su voz en el personaje del Gato con Botas en la película de animación "Shrek". Casi 20 años después, el actor vuelve a sus orígenes nuevamente de la mano de Pedro Almodóvar.
La última vez que trabajó con Almodóvar fue en "Átame", en 1990, cuando el joven Banderas se puso en la piel de Ricky, un paciente psiquiátrico recién dado de alta. Este papel impulsó la carrera del actor hacia Hollywood, donde ahora vive con su esposa Melanie Griffith.
Pero Banderas, ya con 50 años, quería volver a trabajar en una película de este tipo, menos comercial.
"Es lo que necesitaba después de tantos años en Estados Unidos", explica. "Hacen películas bonitas, pero apuestan a lo seguro".
"Quizás es por todo el dinero que está en juego, pero para un director como Pedro, el dinero sólo sirve para crear, explorar y experimentar".
"Experimentar es una palabra prohibida en Estados Unidos. Dices 'es una película experimental' y te echan".
Banderas encarna a un personaje similar al Dr. Frankestein, Robert Ledgard, quien tiene a una hermosa paciente, Vera, cautiva en su casa mientras él experimenta con injertos de piel.
Durante gran parte de la película, Vera, personaje interpretado por la actriz Elena Anaya, lleva un traje color piel.
Almodóvar la describe como "una película de horror sin sangre", algo en lo que coincide Antonio Banderas.
"Pedro quería que mostrara a un monstruo interno: que interpretara a un personaje que, incluso cuando hiciera cosas terribles, pareciera un doctor de familia recetando una aspirina".
Almodóvar, de 61 años, es el director español más prolífico. Su reconocimiento internacional empezó con su comedia "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988).
El éxito mundial vino luego con películas como "Todo sobre mi madre" y "'Hable con ella", por la que ganó un Oscar en 2002.
Almodovariano
El director también es un generador de estrellas. Además de lanzar a la fama a Antonio Banderas en Estados Unidos, también hizo que se diera a conocer Penélope Cruz, quien fue nominada al Oscar por su papel en "Volver".
Pedro Almodóvar es el director español más prolífico.
Sus películas tienen en común ciertas características: son melodramáticas, tienen colores muy vívidos y tocan temas vinculados a la identidad y la inestabilidad mental. Hace tiempo que eliminó su nombre de pila de los créditos de sus películas.
"Él es un género en sí mismo", dice Banderas. "Pasaba con directores como Fellini, cuyas películas podías explicar simplemente diciendo "oh, es una película fellinesca. Lo mismo pasa ahora con Almodóvar. Creo que es algo excepcional en unos tiempos en los que la mayoría del cine sigue el mismo patrón".
Almodóvar argumenta que nunca pretendió "ser escandaloso o provocar de manera deliberada, aunque sí quiero provocar solidaridad con un personaje escandaloso".
"Me gusta cuando la gente sigue intentando analizar lo que pasó en mi película incluso días después de verla", dice.
Sin embargo, el ser considerado un "género" también sugiere que uno vería siempre la misma cosa. Y es que el estilo de Almodóvar peca por su "autocomplacencia", según consideran algunos críticos.
No todas sus películas han tenido éxito. Su primera película "Átame", fue descrita al principio como "demasiado extraña" y su primer filme con Penélope Cruz, "Carne trémula", no tuvo éxito de taquilla.
Por otra parte, "La mala educación", protagonizada por Gael García Bernal, fue criticada por algunos por ser una exploración "floja" de partes de su propia infancia.
Dirección "suicida"
No obstante "La piel que habito" fue presentada en el festival de Cannes este año y recibió críticas positivas. El diario The Telegraph la describió como "el trabajo de un maestro en lo más alto de su arte".
"No es tan barroco como solía ser", dice Banderas cuando se le pregunta si Almodóvar ha cambiado en las últimas dos décadas.
"Es mucho más profundo en algunos aspectos, más serio, más sólido como director. Pero todavía tiene el mismo genio, la misma vívida personalidad".
"Algunas veces siento que es casi suicida por lo que trata de conseguir en la pantalla. Me la paso diciéndole: ¿puedo hacer esto? ¿Puedo simplemente ir ahí y poner mi brazo dentro de la boca del león?".
Para Banderas "La piel que habito" es un agradable paréntesis en su rutina en Hollywood. Su próximo papel es de nuevo como la voz del Gato con Botas en "Shrek".
"Disfruto de mi profesión, y una película puede tener muchos propósitos", afirma.
"Pero trabajar otra vez con Pedro ha sido refrescante. Me permitió salir de la rutina que he vivido en los últimos veinte años y hacer algo en lo que reconozco mis raíces y el gusto ácido en mi boca".
"Es el sabor amargo pero agradable del peligro que uno siente al meterse en sitios en los que uno nunca estuvo antes".
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