A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

viernes, 1 de abril de 2011

ENTERATE.



Los Beatles tienen un club estatal en La Habana .

Forma parte de la 'estrategia cultural' del Gobierno, dicen sus responsables.



Cuatro décadas después de que su música fuera marginada en los medios cubanos (todos bajo control del régimen), y sus seguidores acusados de "diversionismo ideológico", Los Beatles tienen un club en La Habana, el Submarino Amarillo, reporta la AFP.


El local, con el nombre del clásico Yellow Submarine, está ubicado en el sótano de un edificio del Vedado, a 25 metros de la estatua de John Lennon, develada en 2000 por Fidel Castro.


Según su gerente, Yosmany Groeiro, el club abrió sus puertas "como un centro especializado en la música de Los Beatles y el rock y el pop de los años sesenta", como parte de una estrategia del Ministerio de Cultura de diversificar su propuesta cultural, con precios asequibles a los cubanos.


"Es un lugar para todo el que quiera venir a abrir su nostalgia. La Habana necesitaba hace muchos años un lugar como éste", porque "los amantes de Los Beatles no tenían a dónde ir", comentó a la AFP Ernesto Juan Castellanos, de 48 años y uno de los directores artísticos del centro nocturno.


A la derecha de la entrada al recinto, recibe a los visitantes una enorme foto de Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison. Algunas canciones del grupo están estampadas en las paredes. Caricaturas del Cuarteto de Liverpool, ilustraciones de sus temas y una barra decorada con las portadas de sus 18 discos originales completan el diseño del centro, que no tiene pista de baile.


El Submarino Amarillo es como "un hijo", pero sobre todo un centro cultural estatal para "promocionar su legado de paz, amor y amistad", dice Castellanos, autor de cuatro libros sobre el grupo y, según la AFP, estudioso de la época de "incomprensión" que sufrió la música del cuarteto en Cuba, entre los años sesenta y setenta, cuando el régimen la consideraba contraria a su línea ideológica y estigmatizaba a sus seguidores.


"Tenemos ideado hacer encuentros teóricos", comentó el director, quien entre 1996 y 1999 organizó en La Habana coloquios sobre el grupo, que no pudo continuar por "falta de apoyo" oficial.


El público que está llegando al club, abierto de martes a domingo desde la tarde y hasta la madrugada, rebasa cada día la capacidad, de 104 personas, dijo Castellanos. En el Submarino Amarillo está prohibido fumar y el reggaeton.


Además, las agrupaciones musicales invitadas deben tocar un 50 por ciento de música de Los Beatles. "Aquí pasaron de ser prohibidos a ser obligatorios", afirmó Castellanos.


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