A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

sábado, 26 de septiembre de 2009

QUE SABES SOBRE EL FILOSOFO CHINO:


CONFUCIO






Confucio, en chino Kongfuzi (c.551-479 A.C.), filósofo chino, creador del confucionismo y una de las figuras más influyentes de la historia china. Según la tradición Confucio nació en el Estado de Lu (hoy, provincia de Shandong) en el noble clan de los Kong. Su nombre original era Kong Qiu.



Relatos de su vida recuerdan que su padre, comandante de un distrito en Lu, murió tres años después que Confucio naciese, y dejó a la familia en la pobreza; Confucio, sin embargo, recibió una esmerada educación. Se casó a los 19 años y tuvo un hijo y dos hijas.


Según dicen, durante los cuatro años posteriores a su matrimonio la pobreza le impulsó a realizar labores de criado para el jefe del distrito donde residía. Su madre murió en el año 527 A.C., y después de un periodo de luto empezó su carrera de maestro. Solía viajar de un lado para otro e instruir a los contados discípulos que se habían reunido en torno suyo.

Su fama como hombre de saber y carácter, con gran veneración hacia las ideas y costumbres tradicionales, pronto se propagó por el principado de Lu.



En la segunda mitad de la época de la dinastía Zhou, el Gobierno central se había degenerado en China y la intriga y el vicio predominaban. Confucio lamentó el desorden de aquellos tiempos y la falta de modelos morales. Llegó a creer que el único remedio era convertir a la gente a los principios y preceptos de los sabios de la antigüedad. Por esta razón enseñaba a sus alumnos los clásicos antiguos de la literatura china.

También subrayó la importancia de la música, la música china de esta época tenía funciones ceremoniales y religiosas en las prácticas del Estado y del culto. Propugnaba el gran valor del poder del ejemplo.

Los gobernantes, decía, sólo pueden ser grandes si ellos mismos llevan vidas ejemplares y se guían por principios morales, de esta forma en sus estados se estimularía a los ciudadanos que llegarían a ser prósperos y felices. Una tradición popular sobre la vida de Confucio establece que a los 50 años fue nombrado magistrado de Zhongdu, y al año siguiente ministro del crimen del Estado de Lu.

Su administración fue un éxito; estableció reformas, la justicia fue administrada con imparcialidad y el crimen también fue erradicado. Lu llegó a ser tan poderoso que el gobernante de un Estado vecino intrigó para conseguir la destitución del ministro

Es más probable, sin embargo, que sólo fuera un funcionario menor, pero en cualquier caso Confucio dejó su cargo y en el 496 A.C., y viajó por diferentes territorios impartiendo clases y esperando en vano que algún otro príncipe le permitiera emprender medidas de reforma.



En el año 484 A.C., después de que su búsqueda de un gobernante ideal se revelara por completo infructuosa, volvió por última vez a Lu. Pasó los años que le quedaban, escribiendo comentarios sobre los autores clásicos. Murió en Lu y fue enterrado en una tumba en Qufu, Shandong. Confucio no dejó escritos los principios de su filosofía; éstos fueron transmitidos sólo a través de sus discípulos.




El Lunyu (Analectas), obra recopilada por alguno de sus seguidores, es considerada la fuente de información más fidedigna sobre su vida y enseñanzas. Una de las obras históricas que según se dice él mismo había recogido y editado, el Ch´un Ch´iu (Anales de primavera y otoño), es un relato analítico de la historia china en el Estado de Lu desde el 722 al 481 A.C.

Deseaba ser conocido como un transmisor más que como un pensador, y por este motivo restableció el estudio de los libros antiguos.

Sus enseñanzas se convirtieron en libros de texto de las generaciones chinas posteriores.



Confucio fue muy venerado durante su vida y en años sucesivos. Aunque él mismo tenía poca fe en lo sobrenatural, ha sido reverenciado por millones de personas casi como una divinidad.

El conjunto de las enseñanzas de Confucio tuvo un carácter práctico y ético, más que religioso. Afirmaba ser un restaurador de la moralidad antigua y mantenía que los propios actos externos basados en las cinco virtudes, bondad, honradez, decoro, sabiduría y fidelidad, encierran el conjunto del deber humano. El venerar a los padres, vivos y muertos, fue uno de sus conceptos claves.



Su idea del Gobierno era paternalista, y ordenaba a todos los individuos a cumplir con rigor sus obligaciones hacia el Estado. En los siglos posteriores sus enseñanzas ejercieron una poderosa influencia en la filosofía china y en la historia de China.

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