A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

martes, 28 de junio de 2011

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El hombre mágico y enigmático del líder de Blur y Gorillaz

john dee


Alquimista, astrólogo y espía: John Dee, erudito del siglo XVI.

La nueva obra del líder de Blur y Gorillaz, Damon Albarn, está inspirada por un sabio isabelino. Pero ¿quién era el doctor John Dee?

Hoy día no existen muchas personas que puedan ser consejero político de gran influencia, matemático y científico, mago y místico al mismo tiempo.

Pero durante el reinado de Isabel I, el doctor John Dee era así: un influyente erudito que adquiría parte de su saber a través de sesiones de espiritismo y una bola de cristal.

Ahora, quien se piensa fue la inspiración de Shakespeare para su enigmático mago Próspero en La Tempestad y de Marlowe, cuyo Doctor Fausto pactaba con el diablo, ha hechizado a alguien más con su mística encantadora.

Damon Albarn está escribiendo e interpretando la música para el Dr Dee, una ópera inglesa, que se estrena en julio como parte del festival internacional de Manchester.

"No me la paso con collares y mallas", dice en entrevista con la BBC, pero admite una profunda afinidad con el pensamiento cósmico isabelino.

"Tengo una extraña conexión emocional, realmente me apasiona esa embrujada y mágica Inglaterra".

"Es algo que realmente me conmociona de una forma irracional".

Lenguaje universal

Damon Albarn

Damon Albarn está estudiando la vida de la época isabelina.

Ciertamente, para la mente moderna, muchas de las ideas de Dee pueden ser entendidas como algo irracional.

"El trabajaba en un periodo en el que había una gran incertidumbre sobre lo que podía ser cierto", explica Benjamín Woolley, un historiador cuya biografía de Dee inspiró, en parte, a Albarn a embarcarse en este proyecto musical.

Con la separación de Enrique VIII de la Iglesia Católica hubo un gran flujo de ideas y pensamientos en Europa.

Los hombres de la época renacentista, como Dee, de repente tuvieron la libertad de especular sobre las diferentes posibilidades místicas y materiales.

La misión de Dee, decía el historiador, fue la de buscar un principio unificador, una teoría de todo que enlazara las ideas del álgebra arábigo -infundido en Europa por la conquista musulmana de España- con la astrología, el misticismo y la sabiduría de las tradiciones antiguas desenterradas por los escolares del Renacimiento.

Creía que podía encontrarse una lengua universal, la lengua de Dios y de los constructores de la Torre de Babel, "un lenguaje que personificaría la verdad del Universo", afirmaba Woolley.

Así, diseñó un jeroglífico, "La monada jeroglífica" (Monas Hieroglyphica), que encarnaba el principio de la unidad mística de toda la creación: los símbolos astrológicos unidos en una sola forma.

Espía, consejero y bibliotecario

John Dee

La monada jeroglífica de John Dee.

Pero en una época en la que el conocimiento no estaba dividido en diferentes temas como hoy en día, Dee también contribuyó al desarrollo de la cartografía, entrenando a navegantes que zarpaban en viajes de descubrimiento y que trabajaban en la división del mundo natural en especies.

Su biblioteca, que guardaba desde textos renacentistas hasta historias británicas, fue descrita por Benjamín Woolley como el primer archivo nacional, "un universo en una casa de campo", en la que los textos, que probablemente no habrían sobrevivido sin él, podían ser sacados y estudiados.

Era un poderoso consejero de la reina Isabel I.

Según Wolley, suyo fue el mérito de la idea de creación de un imperio británico después de la conquista española de Sudamérica, y también fue un jefe de espías, que asentó una red de informantes para descifrar los códigos católicos en las preparaciones militares que precedieron a la Armada.

Hablando con ángeles

"Fue uno de los últimos grandes libres pensadores, porque en esa época la ciencia y la magia todavía caminaban juntas", dice Rufus Norris, el director de la ópera.

Damon Albarn.

Albarn siente que tiene una conexión real con el erudito renacentista.

Pero su vida no sólo estuvo fundamentada por ideas políticas y esotéricas. "El hombre que en aquella época sabía más que nadie, por lo menos en el Reino Unido, se las arregló para desordenar sus asuntos cotidianos", dice Norris en conversación con la BBC.

Quizá el episodio más extraño de la vida de Dee fue cuando, con su reputación en entredicho por una conspiración política y de espionaje en la corte inglesa, viajó por Europa con Edward Kelley, un místico sin orejas que creía que podía hablar con los ángeles con la ayuda de una bola de cristal.

Su relación se acabó cuando Dee le perdió la confianza después de que Kelley anunció que los ángeles le habían dicho que ambos debían compartirlo todo, incluidas sus esposas, pero no antes de que su mujer se quedara embarazada de, según se cree, un vástago de Edward Kelley.

Espíritu saliente

Este brebaje de ideas renacentistas y una historia humana están saliendo a la luz en una composición musical ecléctica que combina instrumentos medievales, la batería africana de Tony Allen y la inconfundible voz de Damon Albarn.

Para Damon Albarn, su actuación en el escenario hará eco de una de las obsesiones de John Dee: un libro descubierto en Europa llamado La Esteganografía, el cual, según Dee, ofrecía una forma mística de comunicación a través de tiempo y espacio.

"Cuando estoy en el escenario, aunque físicamente esté ahí, estoy como viajando"

Damon Albarn

La ópera, dice Albarn, se centra en el período final del reinado de Isabel I y el comienzo de Jacobo I, en el principio de "la purga puritana de todas las ideas esotéricas en Inglaterra".

"Yo vivo durante el periodo final del reinado de otra Isabel, en los años de su ocaso, hay una conexión real".

"Cuando estoy en el escenario, aunque físicamente esté ahí, estoy como viajando", le dice Albarn a la BBC.

Por lo tanto, este momento de la historia inglesa y el personaje de John Dee -quien Albarn cree que ha sido borrado de la historia- supone algo más que un mecanismo para pasar una tarde entretenida.

"Es increíble cuanto color hay en sus ideas. Sólo imagina al inglés de hoy día si hubiéramos mantenido ese espíritu en nuestros corazones".

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