A MI MANERA. ISABEL PANTOJA

miércoles, 30 de septiembre de 2009

SABIAS QUE :....

El aislamiento social empeora el cáncer
(BBC Ciencia
)


El ambiente social en que vive un paciente podría tener un impacto en la forma como se desarrolla el cáncer, descubrió un estudio en Estados Unidos.

Los ratones que fueron aislados desarrollaron tumores más grandes y agresivos. Y el aislamiento puede tornar más mortal a la enfermedad.

La investigación, llevada a cabo con ratones, encontró que los animales enfermos de cáncer que fueron aislados de sus madres desarrollaron tumores más grandes y más agresivos que los ratones acompañados.

Tal como señalan los autores en Cancer Prevention Research, la revista de la Asociación Estadounidense para la Investigación de Cáncer, ésta es la primera vez que se encuentra un vínculo entre el ambiente social de un paciente y la biología de la enfermedad.

"Esta investigación ilustra que el ambiente social, y la respuesta social del animal a ese ambiente, puede de hecho alterar el nivel de expresión genética en una amplia variedad de tejidos, no sólo en el cerebro" afirma la doctora Suzanne Conzen, quien dirigió la investigación.

Aislamiento y estrés
Estudios previos han sugerido que el apoyo social puede mejorar los resultados en la salud del paciente con cáncer de mama.

Y el aislamiento social ya ha sido vinculado con un aumento en el riesgo de muerte a causa de enfermedades crónicas severas.

Esta investigación ilustra que el ambiente social, y la respuesta social del animal a ese ambiente, puede de hecho alterar el nivel de expresión genética en una amplia variedad de tejidos, no sólo en el cerebro
Dra. Suzanne Conzen
Los científicos de la Universidad de Chicago quisieron investigar si estos resultados podrían aplicarse también con ratones genéticamente predispuestos al cáncer de glándulas mamarias.

Para el estudio, la doctora Conzen, que es especialista en cáncer, unió esfuerzos con psicólogos para investigar el impacto del comportamiento en el cáncer en un modelo de ratones.

Los científicos dividieron a los ratones modificados en dos grupos: uno formado por grupos de animales y otro por ratones aislados.

Después de que pasó un tiempo, el ratones aislados habían desarrollado tumores mamarios más grandes y también mostraban mayores niveles de hormonas de estrés.

Cuando analizaron el tejido mamario de los ratones aislados, descubrieron cambios en la actividad de los genes que juegan un papel en el crecimiento de los tumores, lo que sugiere que éstos podrían estar directamente influidos por el incremento en el nivel de hormonas de estrés.

Los científicos señalan que ahora se necesitan más investigaciones para determinar con precisión qué tipo de células están afectadas.

Mejores estrategias
Tal como señala la doctora Conzen, el hallazgo"podría explicar cómo el ambiente afecta la susceptibilidad humana a otras enfermedades crónicas como la obesidad central, diabetes tipo 2, hipertensión, etc.".


El apoyo social puede mejorar los resultados en la salud de pacientes con cáncer.
Y agrega que los resultados también podrían ayudar a encontrar mejores formas de bloquear el crecimiento del cáncer.

"Dado el creciente conocimiento del genoma humano, ahora podemos comenzar a identificar objetivamente y a diseccionar las alteraciones específicas que se llevan a cabo en los tejidos predispuestos al cáncer de individuos que viven en ambientes de riesgo" dice la investigadora.

"Y esto nos ayudará a entender e implementar mejor las estrategias para la prevención de cáncer", agrega.

En un artículo publicado en la misma revista, la doctora Caryn Lerman, directora científica del Centro de Cáncer Abramson de la Universidad de Pensilvania, y subeditora de la publicación afirma que "este estudio utiliza un elegante modelo preclínico y demuestra que el aislamiento social altera la expresión genética de genes importantes".

"Estudios futuros deberán evaluar si estos procesos moleculares pueden revertirse con agentes quimiopreventivos".

Por su parte, la profesora Thea Tlsty, de la Universidad de California en San Francisco, afirma que aunque se ha sabido que los factores psicológicos pueden influir en una enfermedad, no se sabía cómo.

La científica cree que este estudio apoya la evidencia creciente de que los compuestos químicos que circulan en la sangre, como las hormonas del estrés, pueden influir en el desarrollo del cáncer activando y desactivando genes con el potencial de que las células se vuelvan malignas.

Otros expertos subrayan, sin embargo, que estos resultados fueron obtenidos con ratones por lo cual todavía es muy pronto para poder establecer conclusiones firmes en seres humanos.

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